Emoción para conseguir aquello que me falta.
Una Emoción Universal
El cariño es una de las cinco emociones básicas que conforman nuestro espectro emocional. A menudo llamado afecto o ternura, esta emoción tiene un papel fundamental en nuestras vidas. Sin embargo, en lugar de centrarnos en los aspectos románticos ya ampliamente conocidos, indaguemos en la faceta más práctica y, quizás, menos romántica de esta emoción.
La Etimología
La palabra “cariño” tiene sus raíces en el latín “carere”, que significa carecer o estar falto de algo. Sentir cariño implica reconocer que algo nos falta. Aunque podemos distinguir dos tipos de cariño: hacia las cosas y hacia las personas, en el fondo hablamos de la misma emoción.
Querer no es necesariamente Amar
Aunque el cariño ha sido el tema de innumerables expresiones artísticas a lo largo de la historia, a mi juicio no siempre se comprende correctamente. Muchas veces se confunde el cariño con arquetipos como el Amor, y en muchos casos se sobrevalora en detrimento de otras emociones. A menudo he escuchado decir que la alegría y el cariño son buenas emociones y que la rabia, el miedo y la tristeza son malas, cuando en realidad todas son neutras. Todo depende del usufructo que hagamos de ellas. Es crucial no confundir el cariño con el Amor.
El Interés y el Cariño
El deseo vinculado a la emoción del cariño sirve para conseguir lo que se pretende. Tiende a manifestarse como un anhelo de posesión, cuya corrección o incorrección dependerá de la coyuntura, las circunstancias. Aunque pueda sonar feo para algunos, el cariño, está, y debería de estar directamente vinculado al interés. Obviamente estamos hablando de muchos tipos de interés y no exclusivamente del económico. Por ejemplo; Ell interés afectivo, el sexual, social, también el interés Espiritual sigue siendo interés. Si este interés esta alineado con el Dharma no es necesariamente negativo; hay intereses buenos y estos benefician a todos, e intereses malos, que perjudican a todos.
En la Relaciones interpersonales
En el ámbito de las relaciones, especialmente en parejas, es importante comprender la dualidad entre el querer y el Amar. Mientras que el querer une a las personas, el Amor equilibra la relación, estableciendo un equilibrio entre derechos y deberes. La clave reside en encontrar el equilibrio entre el querer interesado y el Amor, evitando caer en conductas insalubres que puedan comprometer la salud de las partes. Amar y querer son acciones distintas; el Amor, como concepto superior, equilibra el universo, mientras que el querer puede ser saludable o patológico, dependiendo de si se ajusta a lo que toca en cada momento. A esto le llamamos Dharma (Deber).
El Deseo: Vínculo entre el cariño y otras emociones
El deseo (El querer) en términos generales, está presente en todas las emociones. Cada emoción conlleva un deseo. Por ejemplo; Acompañando a la rabia, el deseo puede expresarse como “quiero de justicia”, mientras que con el miedo, se traduce en el deseo de seguridad. La semejanza entre el deseo y el cariño se evidencia en el impulso de acercarse y obtener aquello que carecemos en cada momento. Sin embargo, no siempre queremos acercarnos o poseer lo que queremos. por ejemplo, hay un querer asociado al odio. Podemos querer, y deber alejar a alguien de nuestra vida.
El Síndrome del Quiero Quiero
En las sociedades más acomodadas, surge un fenómeno que he identificado como “EL SÍNDROME DEL QUIERO, QUIERO” La costumbre de obtener constantemente e instantáneamente lo que deseamos nos lleva a alimentar nuestro cuerpo emocional sobremanera y con ello mal-criarlo. He ahí una de las posibles explicaciones a tanta ansiedad, angustia y en definitiva sufrimiento. Este síndrome nos condena a una especie de esclavitud a nuestro cuerpo emocional y suele obstaculizar nuestro camino hacia el Yoga.
Conclusión: La Dualidad del Cariño
En esta reflexión, hemos explorado el cariño desde una perspectiva menos romántica pero creo que es importante limpiar algunas connotaciones exageradas y perfumes de esta emoción. Aunque es una de las cinco emociones mas importantes, no es ni mejor ni peor. Para poder responder con habilidad ante las exigencias de la vida, la lección vital consiste en aprender a querer desde una perspectiva Dhármica. Carece de sentido desear algo o alguien que no aporte algo interesante. Al reconocer su conexión con el interés y la importancia de mantener un equilibrio entre el querer y Amar, podremos practicar mejor esta estupenda emoción.
Audios de la Palabra
Vídeos de la Palabra
¿Un café?
Apreciamos mucho tus comentarios