Todo está bien

Siguiendo al hilo del artículo sobre la Gratitud, voy a continuar con la Confianza, que junto con la Aceptación son los pilares de mi vida. Cada una de esas actitudes ante la Vida te llevan a las otras, se retroalimentan.

Para entender y para poder luego vivir desde la Confianza, es necesario partir de un punto muy importante y es saber cuál es el sentido de la Vida, qué hago aquí… El sentido de la Vida es APRENDER, cada vez que encarnamos es para seguir aprendiendo y de esa manera ir evolucionando hasta que llegue el momento en que ya no necesitemos encarnar más, a no ser que sea como Servicio a la Humanidad… y para eso nos queda mucho, al menos a mí !!

Cuando tienes claro que has encarnado para aprender, empiezas a intuir que todo lo que te va ocurriendo en la vida es lo que necesitas en cada momento para ir evolucionando, por lo que todo sucede de la única manera que puede suceder, porque si pudiera suceder de otra manera, pues sucedería. A esto se refiere la segunda de las cuatro Leyes de la Espiritualidad cuando dice que «lo que sucede es la única cosa que podría haber sucedido».
El funcionar en la vida con esta idea, te quita muchas ansiedades porque entonces desaparecen los famosos y petardos «y sis…» que mencionaba en el artículo de la «Gratitud». Con los «y sis» nos comemos malamente la cabeza y denotan además falta de Aceptación y de Confianza en la Vida. Cada vez que nos pillemos pensando en un «y si» podemos pararnos y reflexionar a qué tengo miedo, ya que el miedo es lo opuesto a la Confianza. La confianza y el miedo se alojan exactamente en el mismo punto de nuestro cerebro y jamás se pueden dar al mismo tiempo… o tienes Confianza o tienes miedo.
Además cuando eres consciente de que todo ocurre tal y como debe de ocurrir, te llena de calma.

El ser consciente de que todo ocurre tal y como debe de ocurrir, a veces nos queda lejos del entendimiento, ya que hay ciertos sucesos que de primeras, nuestra mente no le encuentra ninguna lógica ni razón, aunque tu corazón sabe que todo está bien, todo está en su sitio y es lo que toca vivir en ese momento.
Hay una frase que he escuchado a menudo en los últimos tiempos que no me gusta… es lo que toca… mejor dicho, lo que no me gusta es en el sentido que se suele decir. En un sentido de rancia resignación, como de póbrecito de mí que no puedo hacer otra cosa, pues toca y toca. En vez de con el sentido de que es perfecto lo que toca, Confío en la Vida y sé que es lo mejor para mí aquí, ahora y así.

Cuando descubres o re – conoces tu propósito de Vida, la Confianza se da de manera natural porque sabes que todo lo que vas experimentando, transitando, viviendo… está íntimamente unido con tu propósito personal.
La Confianza que tiene un pájaro apoyado en una rama… me imagino que no estará pensando «y si se rompe?»…

Una vez leí que las emociones que van en contra de la Confianza son la preocupación, la impaciencia y la irritabilidad. Cuando me estoy preocupando por algo, a parte de no hacer nada más que dar bola a algo que ni tan siquiera sé que va a suceder… los «y sis», te acuerdas?… no estoy Confiando en que lo que vaya a suceder es lo mejor que me puede pasar para mi evolución. Lo mejor que me pueda pasar no significa que me vaya a agradar, significa que lleva una lección para aprender. Dicen que la preocupación es como una mecedora que te mantiene entretenido pero que no te lleva a ninguna parte.
Luego tenemos la impaciencia, que va en contra de la tercera de las Leyes de la Espiritualidad que dice «en cualquier momento que comience es el momento perfecto». A mí me ha pasado muchas veces que quería que se diera algo en un momento concreto y no se ha dado, y tiempo después se ha dado justo lo que se tenía que dar, entendiendo que cuando yo lo quería no tenía ningún sentido o hubiera sido fatal para mí.
La irritabilidad también denota una falta de Confianza ya que si nos enfadamos porque hemos perdido el metro, o porque tenía un plan de ir a la playa y llueve, o porque has quedado con alguien y llega tarde, hay tantas cosas por las que somos susceptibles de irritarnos !! que si en vez de irritarnos pensamos, será por algo… nos ponemos de inmediato en modo Confianza. E incluso dependiendo de lo que nos irrite o la intensidad de esa irritación, nos va a dar una señal de algo que nos debemos de trabajar… total, que traerá un aprendizaje.

Todo está bien no significa que nos lleve al inmovilismo y a no salirnos de nuestra zona de confort, significa que cuando nos suceden cositas, sobre todo que no nos gustan, nos paremos para sentir, para conectar con nuestro corazón y desde ahí actuar… o no… sabiendo que todo está para mi evolución. Llegar a sentir que todo está bien es lo complicado que tú quieras hacerlo, dependiendo de las resistencias que tengas para aprender. El todo está bien nos lo dice el alma.

¿Eres consciente de que cada día realizas uno de los mayores actos de Confianza poniendo la alarma cada noche, porque das por hecho que al día siguiente vas a despertar a un nuevo día?

Voy a terminar con un pequeño texto que me apareció en Facebook hace muchos años y desconozco su autoría:

CONFÍA
en la fuerza de tu corazón
y en el poder de tu alma
porque ellos te llevan por el mejor de los senderos.
¡Confía en tu INTERIOR!
¡Confía en tu YO!
¡Confía en tu SER!
¡Confía en TÍ!

Y para todo esto se necesita parar todos los días un poquito y observar de la nariz pa’dentro… para conectar con tu Interior… con tu Yo… con el SER…

OM Shanti !!
Umadevi

Preguntas para la reflexión

• ¿Qué significado tiene para ti la confianza en la vida?
• ¿En qué momentos sientes que el miedo reemplaza a la confianza?
• ¿Cómo reaccionas ante los “y si…” que aparecen en tu mente?
• ¿Has experimentado situaciones difíciles que luego comprendiste como necesarias?
• ¿Qué diferencia ves entre resignación y confianza?
• ¿Qué emociones (preocupación, impaciencia, irritabilidad…) te alejan más de confiar?
• ¿Qué aprendizajes se esconden detrás de tus enfados cotidianos?
• ¿Cómo puedes fortalecer la conexión con tu interior para cultivar la confianza?
• ¿Qué cambia en tu forma de vivir cuando repites internamente “todo está bien”?
• ¿Qué pequeño acto cotidiano de confianza reconoces hoy en tu vida?

Comentarios

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otras sugerencias

Miedo y amor no caben juntos en el corazón. Cuando me abrazo, me respeto y me cuido, todo mi mundo cambia. No busco afuera lo que ya habita dentro: mi cuerpo, mi alma, mi vida… son mi templo sagrado.

La diferencia entre lo posible y lo imposible no está fuera, sino en tu fuerza de voluntad: esa energía silenciosa que convierte ideas en acciones y sueños en realidad. Cada pequeño gesto es un acto de elección consciente, y desde ahí transformamos lo inalcanzable en parte de nuestra vida.

En el camino del crecimiento humano, la sobreinformación puede abrumarnos, pero el verdadero aprendizaje surge de mirar hacia dentro. Leer y aprender de otros es útil, pero solo la introspección, la práctica y la experiencia nos llevan a convertir conocimiento en sabiduría. La clave está en bajar la teoría a tierra y hacerla nuestra, con presencia y consciencia.

La verdadera Meta no es solo un objetivo, sino la unión consciente con nuestro Ser. Alcanzarla requiere disciplina, coraje y entusiasmo genuino, y nos permite triunfar desde la calma y el Amor, beneficiando también a los demás. Cada experiencia de la vida nos guía, nos pule y nos acerca a nuestra esencia más auténtica.

Preguntarse si somos la mejor persona posible nos invita a conocernos a fondo. Comprender nuestra “máscara” y el papel de los cuerpos físico, emocional y mental es clave. Al observarnos desde dentro recuperamos nuestro poder y podemos transformarnos. Con reflexión diaria, avanzamos paso a paso hacia nuestra mejor versión.

Vivimos midiendo el valor de las cosas solo por su precio, sin ver el coste real que implican en nuestra salud, energía o conciencia. Muchas veces lo barato nos sale carísimo si nos adormece, intoxica o distrae de lo esencial. Elegir con conciencia es un acto de libertad. Preguntarnos por el verdadero coste de lo que consumimos nos acerca a una vida más plena y soberana.

El camino del Corazón es una invitación a mirar hacia dentro, a reconocer el latido que guía nuestras decisiones más auténticas. No se trata de buscar fuera, sino de atrevernos a escuchar lo que anhela nuestra esencia. Seguir ese latido requiere voluntad, coraje y la pausa necesaria para sentir. Al hacerlo, cambia la forma en que vivimos, aprendemos y compartimos nuestra vida.

La gratitud transforma la forma en que vivimos: no es solo dar gracias por lo agradable, sino también por lo difícil, porque todo lo que ocurre es parte de nuestro camino. Agradecer nos ancla al presente, disuelve los “y si…” y eleva nuestra vibración. Desde el primer instante del día hasta el último, convierte lo cotidiano en un milagro. Un simple “gracias” basta para abrir la puerta a lo bueno.

Aceptar es comprender que todo ocurre como debe para nuestro crecimiento. La falta de aceptación genera sufrimiento; cuando aceptamos lo que nos toca, incluso lo difícil, abrimos la puerta a la transformación, la libertad y el amor. Fluir con la vida, dejar llegar y dejar ir, es el corazón de la Aceptación.

Mostrar más