Sufrimiento
En definitiva cumplir con el Dharma es un deber espiritual que está supervisado por el Karma (Sufrimiento). Cuanto más Dharma, menos Karma.

Significado y utilidad

El sufrimiento es lo opuesto a la felicidad. Es una experiencia desagradable con un propósito fundamental: Atraer nuestra atención y motivar la voluntad en el camino del Dharma.

Sufrimiento, emociones y deseos.

El sufrimiento se manifiesta en diversos estados emocionales displacenteros como amargura, pena, culpa, angustia, insatisfacción y frustración. También las emociones y deseos son formas de sufrimiento en primera instancia, cuando aún no han sido satisfechos. Una cosa es la emoción o deseo y otra muy distinta es la satisfacción de las emociones y los deseos. 

Satisfacer necesidades

La satisfacción de necesidades tiene un recorrido bien definido: I+E+D+A. En función de la información que recibimos, sentimos emociones displacenteras que a su vez despiertan deseos que a su vez activan el cuerpo físico para actuar. Si resolvemos nuestra necesidad, la experiencia será satisfactoria y terminará en un estado de reposo o felicidad. Si por el contrario no termina como deseamos la consecuencia resultante es angustia o sufrimiento. Si mantenemos y acumulamos angustia en el tiempo iremos agotando todas nuestras reservas energéticas y entraremos en un estado de depresión más o menos profunda. 

El hecho de que las emociones sean desagradables al comienzo del ciclo, no significa que las emociones y los deseos sean “malos”, sino que son precisamente desagradables para impulsarnos a actuar.

Qué duda cabe de que la calidad de la información recibida y almacenada en nuestro almacén de conocimientos es determinante para un buen desempeño de este proceso. Cuanto mejor es nuestra formación Espiritual, mejor será la respuesta a la realidad que vivimos.

Etapas del sendero

Aunque a alguien le pudiera parecer que todos nacemos en el mismo tramo evolutivo, lo cierto es que los seres humanos transitamos por etapas muy distintas en cada una de nuestras vidas. En términos evolutivos podríamos asemejar cuatro etapas: La infancia (Masa), la adolescencia (Probatorio), La edad adulta (Discipulado) y la edad anciana (Magisterio) Cada etapa implica niveles de sufrimiento y sabiduría diferentes. Cabe destacar que el tramo “Probatorio” es donde disponemos del suficiente poder sin la suficiente consciencia ni voluntad para controlar ese poder. Por lo tanto es la etapa donde más necesitamos del sufrimiento para que no nos perdamos. La única manera de salir de este tramo es añadiendo responsabilidad y disciplina. 

Causalidad y Karma

La causalidad y la casualidad son conceptos opuestos. Mientras que la  casualidad es inexistente en el Universo porque sugiere la ocurrencia de eventos de manera fortuita o aleatoria, la causalidad es una constante en todos los sucesos. Implica una conexión entre una causa y su efecto. Para que algo suceda, tiene que haber una causa anterior, no hay consecuencia si causa que la preceda. Esta relación causa-efecto no es ni más ni menos que, la controvertida para algunos, Ley del Karma o ley de acción y reacción. Esta ley tan rotunda es la que sustenta, por ejemplo, todo el paradigma científico. Dicho de otra manera; sin la ley del Karma no existiría la ciencia tal y como la conocemos. 

Las causas del sufrimiento

Las cinco causas del sufrimiento, según el yoga, son las “Klexas”:

Avidia: Ignorancia. Se traduce como la falta de comprensión sobre nuestra verdadera naturaleza. Es la falta de consciencia del Ser que soy. Conduce a errores y pecados y es la causa principal del sufrimiento. La solución, en este caso, radica en adquirir consciencia de sí (Yoga). 

Asmita: Egocentrismo. Al desconocer lo que somos en Verdad y quedar perdidos en el universo, terminamos identificándonos con lo que nos es idéntico en nosotros, con lo que cambia y muere. 

Raga: Apego. Como consecuencia de Avidia y Asmita surge el apego, ya sea a la edad, al género, al dinero, las personas, las cosas o lo que sea con tal de no quedar a la deriva.

Existe una sutil forma de apego a la que llamamos, Nominalización de Procesos; Es la identificación con nuestras formas de pensar, sentir o hacer. De esta identificación surgen etiquetas como por ejemplo; nervioso, tímido, pintor, divertido, amable, trabajador, ansioso, bipolar o depresivo. Con todas estas identidades bloqueamos nuestra libertad conductual, dejamos de responder al presente como corresponde y como consecuencia aparece el sufrimiento.  

Debexa: Aversión. Representa la aversión y el rechazo hacia personas, cosas, entidades sociales o diversos aspectos. En definitiva es una forma de apego similar y con las mismas consecuencias que Raga. Ambas actitudes contribuyen al sufrimiento. 

Abhinivesha: Miedo. Es carencia de Fe. Miedo a la pérdida, a la muerte o al cambio. Se sitúa en la raíz del sufrimiento y condiciona en gran medida nuestras acciones y decisiones, manteniendo una sensación constante de malestar y puede llegar a convertirse en un obstáculo decisivo en nuestro transcurrir diario.

Poderes, deberes y derechos

Para avanzar hacia la paz interior y con ello elevarse a planos más sutiles, el Yogui tendrá que elegir constantemente entre confiar en una respuesta cortoplacista pactando con lo diabólico (separación) o apostar por lo simbólico (Unión) a medio-largo plazo.

La práctica meditativa, tanto en su vertiente personal (Sua) como en la transpersonal (Suddha), conjuntamente con el esfuerzo que todo lo importante conlleva, son prácticas esenciales para el desarrollo de la sabiduría y la voluntad.

No hay separación entre derechos y deberes, ya que solo tenemos derecho a andar derechos. Caminar derecho implica cumplir con los deberes para alcanzar derechos.  El que camina torcido, dejando de cumplir con el Dharma, está invocando un sufrimiento que, tarde o temprano se precipitará.

No es tan fácil.

Una vez me dijo un paciente: “Si yo no pido tanto, solo quiero estar bien”. No es tan sencillo, no basta con desearlo. Si no queremos que el sufrimiento aparezca para estimularnos, hay una serie de exigencias generales que debemos cumplir a diario: 

  • Debemos mantener una escucha constante a lo que nos cuente la vida en cada momento. 
  • Debemos someter nuestro pensamiento en un sentido acorde a lo que venimos escuchando. 
  • Debemos ajustar las emociones y deseos a la experiencia presente.
  • Debemos hacer lo que toca en cada momento. 

Conclusión

Solo existe aquello que es necesario y el sufrimiento es inevitable cuando lo hacemos necesario. Tiene el propósito de corregir la trayectoria de los seres humanos y la única manera de minimizar el sufrimiento es aprendiendo, no solo de manera cognitiva, sino integrando la sabiduría y la voluntad en nuestro día a día. 

Audios de la Palabra

Vídeos de la Palabra

¿Un café?

Apreciamos mucho tus comentarios

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *