Reflexiones con Umadevi

      Compartiendo reflexiones sobre la Vida

Compartiendo reflexiones sobre la Vida…

Hace un  tiempo sentí que era el momento de empezar a compartir de una manera ordenada mis reflexiones sobre la Vida. Y qué mejor manera que hacerlo a través de un blog personal.

Habitualmente cuando escribo sobre un tema, lo suelo hacer en redes sociales como Facebook o Instagram, y como ahora quiero llegar a más almas pues me he embarcado en esta nueva aventura que irá creciendo al mismo tiempo que mi propio crecimiento.
Comienzo este blog con vocación de servicio, si al compartir reflexiones o experiencias puedo aportar a alguien, aunque solo sea una persona, este blog merecerá la alegría de ser escrito.
Y me encantaría que lo pudiéramos crear por ambas partes nutriéndolo también con tus comentarios, ya que es algo vivo. Así que te invito a que te embarques conmigo en este viaje, te animas?

Miedo y amor no caben juntos en el corazón. Cuando me abrazo, me respeto y me cuido, todo mi mundo cambia. No busco afuera lo que ya habita dentro: mi cuerpo, mi alma, mi vida… son mi templo sagrado.

La diferencia entre lo posible y lo imposible no está fuera, sino en tu fuerza de voluntad: esa energía silenciosa que convierte ideas en acciones y sueños en realidad. Cada pequeño gesto es un acto de elección consciente, y desde ahí transformamos lo inalcanzable en parte de nuestra vida.

En el camino del crecimiento humano, la sobreinformación puede abrumarnos, pero el verdadero aprendizaje surge de mirar hacia dentro. Leer y aprender de otros es útil, pero solo la introspección, la práctica y la experiencia nos llevan a convertir conocimiento en sabiduría. La clave está en bajar la teoría a tierra y hacerla nuestra, con presencia y consciencia.

La verdadera Meta no es solo un objetivo, sino la unión consciente con nuestro Ser. Alcanzarla requiere disciplina, coraje y entusiasmo genuino, y nos permite triunfar desde la calma y el Amor, beneficiando también a los demás. Cada experiencia de la vida nos guía, nos pule y nos acerca a nuestra esencia más auténtica.

Preguntarse si somos la mejor persona posible nos invita a conocernos a fondo. Comprender nuestra “máscara” y el papel de los cuerpos físico, emocional y mental es clave. Al observarnos desde dentro recuperamos nuestro poder y podemos transformarnos. Con reflexión diaria, avanzamos paso a paso hacia nuestra mejor versión.

Vivimos midiendo el valor de las cosas solo por su precio, sin ver el coste real que implican en nuestra salud, energía o conciencia. Muchas veces lo barato nos sale carísimo si nos adormece, intoxica o distrae de lo esencial. Elegir con conciencia es un acto de libertad. Preguntarnos por el verdadero coste de lo que consumimos nos acerca a una vida más plena y soberana.

El camino del Corazón es una invitación a mirar hacia dentro, a reconocer el latido que guía nuestras decisiones más auténticas. No se trata de buscar fuera, sino de atrevernos a escuchar lo que anhela nuestra esencia. Seguir ese latido requiere voluntad, coraje y la pausa necesaria para sentir. Al hacerlo, cambia la forma en que vivimos, aprendemos y compartimos nuestra vida.

La gratitud transforma la forma en que vivimos: no es solo dar gracias por lo agradable, sino también por lo difícil, porque todo lo que ocurre es parte de nuestro camino. Agradecer nos ancla al presente, disuelve los “y si…” y eleva nuestra vibración. Desde el primer instante del día hasta el último, convierte lo cotidiano en un milagro. Un simple “gracias” basta para abrir la puerta a lo bueno.

Confiar es comprender que la vida es un camino de aprendizaje y que todo sucede como debe ser para nuestra evolución. Al aceptar esto, el miedo y la ansiedad se disuelven y desaparecen los “y si…”. Confiar no es resignarse, sino saber que incluso lo inesperado tiene un propósito. Cultivar la confianza implica volver al interior y recordar que, en el fondo, todo está bien.

Aceptar es comprender que todo ocurre como debe para nuestro crecimiento. La falta de aceptación genera sufrimiento; cuando aceptamos lo que nos toca, incluso lo difícil, abrimos la puerta a la transformación, la libertad y el amor. Fluir con la vida, dejar llegar y dejar ir, es el corazón de la Aceptación.

Marzo de 2020 nos sacudió a todos y nos mostró que nada se controla realmente. Lo que parecía una pérdida fue en realidad una oportunidad de despertar, mirar hacia dentro y reencontrar lo que de verdad importa: el amor, la conciencia y la conexión con nosotros y con los demás.

Escribir es un viaje entre la mente y el corazón, donde cada experiencia y cada momento nos transforma. Lo que planeamos a veces se adapta a lo que la Vida nos propone y otras puede suceder hasta lo contrario. La inspiración surge en los instantes inesperados y el compromiso con nuestro propósito nos guía. Al final, el hombre propone… y Dios dispone.

La Presencia es el arte de estar plenamente en cada instante, dando todo lo que tenemos aquí y ahora. No es solo ocupar un espacio, sino vivir con conciencia, desde la calma y la atención plena, convirtiendo cada acción en una meditación activa y en un regalo para uno mismo y para los demás.

Las creencias limitantes son viejas grabaciones de nuestra infancia que siguen dictando hoy lo que creemos posible. No podemos borrarlas, pero sí grabar encima cuestionándolas y creando nuevas narrativas. El poder de transformarlas está en nosotros, no en lo que nos dijeron cuando aún no sabíamos pensar por nosotros mismos.

Amarte a ti mismo no es egoísmo, es la base desde la que todo amor auténtico florece. Si no te cuidas, si no te conoces, si no te priorizas, ¿cómo vas a ofrecer a otros lo que tú mismo no tienes? El amor empieza dentro… y desde ahí se expande.